DEDICADO A LAS MUJERES DE LOS MILITARES

Hoy desde aquí quisiera rendir un homenaje a todas las mujeres de los militares «AL DEJARLO TODO», por seguir a sus esposos, abandonando sus profesiones por las dificultades que entrañan conciliar la vida laboral con la familiar, debido a los múltiples traslados a lo largo de los años. Personas entregadas en cuerpo y alma al ejercito. No tienen empleos en las Fuerzas Armadas, no llevan divisas, no obtienen condecoraciones, pero son mujeres con una madera especial, que todo lo hacen por amor.

Ellas también sirven a su Patria con total abnegación. Yo les llamaría literalmente, «MUJERES MILITARES», no llevan uniforme, son anónimas, pero constituyen un Ejército paralelo, forman parte de la misma alma de su compañero militar, son un SOLO CUERPO, van a donde a él le manden, sin preguntar dónde y le siguen donde la Patria los requieren

Adela Carrillo Wandossel, Alférez reservista enfermera

EL EJEMPLO DE GANDHI

En el libro Autobiografía de un yogui, de Yogananda, se reseñan algunas facetas de Gandhi que merecen recordarse. Ese gran líder, amado como ninguno por su pueblo que lo llamó Mahatma (Alma Grande), ganó un lugar en la historia gracias a su búsqueda de la verdad.

Su fuerza provenía de haberse encontrado a sí mismo, sabiéndose lleno de errores, complejos y subterfugios, pudo superarlos enfrentándolos con la verdad y adoptando una forma de vida simple, humilde, de renunciación por los bienes y el lujo; entregó su sueldo a los pobres, se vestía apenas con un taparrabos para estar a la medida del sufrimiento de su pueblo. No usaba prendas ni comía viandas que se obtuvieran sacrificando animales. Su mayor renuncia fue a los honores y placeres del poder. Su esposa en una carta famosa le dice: “Te doy las gracias por haber tenido el privilegio de ser tu compañera en la vida, por haber tenido el más perfecto matrimonio, por no haber sido uno de esos esposos que emplean su tiempo en el juego, con mujeres, vinos y en nimiedades. Cuán agradecida estoy que hayas antepuesto a Dios y al país ante el soborno, de que tuvieras el valor de tus convicciones. A medida que pasaron los años y te convertiste en el líder más amado, no tuve temor de ser puesta de lado mientras ascendías las laderas del éxito”.

Cuántos de nosotros hemos fallado y enceguecidos por un mínimo de poder hemos caído ante las tentaciones.

Gandhi se reconoce frágil como cualquiera, pero sin embargo con la suficiente humildad para reconocer sus errores y desandar sus pasos. Dice tener una fe inquebrantable en Dios y una pasión por la verdad y el amor. Es un verdadero ejemplo a seguir para enmendar y encontrar la realización personal.

En India formó un movimiento llamado Satyagraha (sostener la verdad), que originó la resistencia pacífica para independizarse de Inglaterra. Los votos de los seguidores eran “No violencia, veracidad, no robar, no posesión, trabajo corporal, control del paladar, intrepidez, igual respeto a todas las religiones, uso de manufacturas caseras, libertad de los intocables y celibato”. Pese a la masacre de 1919, en la que murieron cuatrocientos de sus seguidores, se afirmó en su doctrina. Dijo entonces que si debía esperar hasta la eternidad para liberarse sin lucha así lo haría, pero que no permitiría se regase más sangre. Era admirador de Cristo y su real discípulo.

Motivó a la gente para que consumiera lo nacional, impulsó para que se dignificara el trabajo, privilegió la educación y preparación para un futuro auto gobierno. Se opuso a una ley que obligaba a comprar la sal al Estado y logró la mayor concentración y marcha de resistencia jamás antes vista, con ello recuperó la auto estima del pueblo. Permaneció siete años en cautiverio, decía que es un honor entrar a la cárcel por una buena causa.

Finalmente hay un pensamiento de Gandhi que debería orientarnos en esta hora, decía: “si hemos de progresar, no debemos repetir la historia, sino hacer una nueva historia”.

Grad. José Villamil

Accesibilidad